lunes, 28 de octubre de 2013

La Iglesia es criatura de la Palabra acogida y operante



De ahí que también por nuestra parte no cesemos de dar gracias a  Dios porque, al recibir la Palabra de Dios que os predicamos, la acogisteis, no como palabra de hombre, sino cual es en verdad, como Palabra de Dios, que permanece operante en vosotros, los creyentes.
1 Ts. 2,13

Al recibir los tesalonicenses, no la escritura, sino la Palabra de Dios predicada, que quiere decir, proclamada, la acogieron, no solo la escucharon.




Una cosa es escuchar, otra cosa es recibir, otra cosa es acoger,
Cuando llueve, recibimos el agua pero a veces no nos empapamos, la recibimos pero no la acogemos.  Si vemos a alguien bien empapado, es que acogió la lluvia. Así es como debemos acoger la Palabra de Dios.  No usar paraguas sino dejarnos recibir la lluvia y que nos penetre.

La Palabra de los apóstoles no debe ser acogida como palabra de hombre, sino la palabra que nosotros proclamamos Palabra de Dios, aprendida, acogida, madurada y luego proclamada, no es palabra nuestra, como las palabras que Jesús pronunciaba, que no eran de Él sino de su Padre, no como palabra de hombre, sino cual es, en verdad, como Palabra de Dios.

Texto hermoso y lleno de entusiasmo. La Palabra que escuchen de aquí, que reciban, que acojan y que proclamen, no será palabra de hombres sino será la Palabra de Dios proclamada con labios humanos, porque Dios necesita de nuestros labios humanos para llevar adelante la Palabra de Dios que es la madre de la Iglesia. La Iglesia es criatura verbi, criatura de la Palabra, nace de la palabra, y esa palabra como es divina permanece operante en vosotros los creyentes. Es operante, es eficaz, que transforma, que cambia vidas, palabra que renueva, palabra que hace diferente a la gente.

En resumen hay tres niveles de la Palabra de Dios:

-       La Palabra Encarnada
-       La Palabra Escrita que Dios nos ha regalado
-       La Palabra que nosotros habiéndola estudiado, de esta palabra escrita, entonces se transforma en palabra de Dios proclamada.